Luis Maldonado Croquevielle: Discurso de inauguración de la vigésima asamblea de la Corporación Chilena de Estudios de Derecho Registral

 

Hoy hemos dado inicio al principal encuentro anual de Conservadores. En esta asamblea adoptamos decisiones de la mayor importancia y fijamos políticas a seguir en los meses venideros.

En esta ocasión, se debatirá respecto a aspectos jurídicos relevantes relacionados con la función, se someterá a consideración de la Asamblea la implementación de una instancia permanente de consulta registral, se compartirán las mejores prácticas en el ejercicio de la función, el directorio informará respecto de su gestión durante el último año, se propondrá la modificación de los estatutos de nuestra corporación, y finalmente, se analizará la aplicación de las tecnologías de la información a nuestro ejercicio profesional.

En esta asamblea anual también analizaremos la contingencia. Tendremos la oportunidad de debatir, discutir y analizar los anuncios públicos efectuados por distintas autoridades del poder Ejecutivo respecto a una inminente reforma al sistema Notarial y Registral Chileno.

Como ustedes saben, en los últimos gobiernos se ha planteado en forma sistemática la necesidad de reformar nuestro régimen regulatorio. Sin embargo, por una u otra razón, la reforma no se ha llevado a cabo. El saliente Ministro de justicia, señor José Antonio Gómez, señaló públicamente que el proyecto sería ingresado próximamente al Congreso, pero ello no ocurrió. Veremos qué señales da al respecto la nueva Ministra señora Javiera Blanco. Es esperable que ella impulse también un proyecto de ley que reforme nuestro sector, sobretodo después de haberse indicado ayer por la Presidenta en la cuenta pública –versión escrita–, que en este período 2015-2016 se –cito textual– “concluirá la preparación del proyecto de ley que introduce modificaciones orgánicas a este sistema y se concluirá la preparación del proyecto de ley que moderniza el servicio de notarios, conservadores y archiveros”.

A nuestro entender, una reforma al sistema registral debiera abarcar, al menos, las siguientes cuatro áreas:

PRIMERO

Incorporación de nuevas tecnologías de la información:

SEGUNDO

Desarrollo de la carrera funcionaria, con requisitos de ingreso y salida, en que predomine el mérito. La base de una carrera funcionaria profesional requiere la existencia de un órgano formativo que imparta metódicamente los conocimientos esenciales de la función, que posibilite la sistematización de los conocimientos y criterios registrales, que difunda públicamente los conocimientos y criterios y que posibilite el perfeccionamiento permanente de los profesionales que desarrollan la actividad. Un órgano de esta naturaleza tiene sustancial importancia para propender al establecimiento de criterios uniformes de actuaciones registrales.

Deben aumentarse las causales de inhabilidad para integrar una terna, haciéndolas extensivas a los abogados integrantes y funcionarios judiciales de la Corte Suprema y de la misma Corte de Apelaciones que realiza la terna.

El ingreso a la carrera debe quedar supeditado al cumplimiento de los requisitos académicos y de factores objetivos como por ejemplo, a lo menos tres años de título, suplencias, interinatos, cursos, entre otros.

Para poder postular a otra Notaría o Conservador, el titular deberá haber permanecido al menos tres años en su cargo. Esto, con el objeto de que se integre a la comunidad y no sea solamente un trampolín para cambiarse de Notaria o Conservador.

TERCERO

Análisis objetivo de los territorios jurisdiccionales de notarios y conservadores:

Resulta evidente que la distribución territorial de algunos oficios registrales adolece de una excesiva falta de equidad y racionalidad. La historia reciente nos ha mostrado situaciones inconvenientes donde se han segregado territorios correspondientes a conservadores de mucho menor tamaño que otros de grandes dimensiones con gran acumulación de trabajo y de muy superior índice económico catastral.

El Conservador de Bienes Raíces de Santiago es un claro ejemplo de aquello. La extensión de su territorio jurisdiccional, la población que lo compone y el nivel económico de la misma, justifican la creación de nuevos oficios conservatorios. Lo he dicho antes y lo seguiré diciendo: El Conservador de Bienes Raíces de Santiago debería ser dividido.

Con las Notarías también debe realizarse una revisión. En algunas comunas se justificará la creación de nuevos oficios; en otras, dado que el trabajo es exiguo, se justificará la supresión de alguno de los oficios que la sirven.

En definitiva, tanto para notarios como conservadores, debe haber un estudio acabado de su territorio jurisdiccional. En algunos casos habrá que suprimir notarías y conservadores, y en otros habrá que crear nuevos oficios.

CUARTO

Designar a los Fiscales Judiciales, a cargo del Fiscal de la Corte Suprema,  como el organismo encargado de supervigilar, controlar y calificar a Notarios, Conservadores y Archiveros. Es imperiosa la necesidad de modificar el actual sistema de control a cargo de los Ministros de las Cortes de Apelaciones y Jueces del país, y entregárselo a un órgano especializado y con dedicación exclusiva.

La mayoría de estas iniciativas han sido planteadas a este y anteriores gobiernos. Sin embargo, y como se dijo, ninguna de ellas ha logrado convertirse en ley.

Durante todo este tiempo, los conservadores, conscientes de la necesidad de adecuar el funcionamiento de nuestros oficios a los nuevos requerimientos que impone la ciudadanía, no nos hemos paralizados esperando la reforma; todo lo contrario, hemos actuado a iniciativa propia para perfeccionar el régimen registral chileno.

Hoy, la mayoría de los Conservadores han logrado incorporar tecnologías de la información a su actividad; utilizan firma electrónica avanzada para la emisión de sus certificados y copias (más de dos millones de documentos se firman anualmente por los conservadores del país); cuentan con páginas web para otorgar información a los usuarios, para permitir la consulta de índices y la solicitud de algunos trámites; muchos oficios registrales ya han iniciado el uso del folio real electrónico; 16 conservadores (cuyo número aumenta mensualmente) se encuentran interconectados para crear la mayor plataforma de consulta registral del país, la que, a fines de año, reunirá a más del 70% de las inscripciones generadas en Chile; los plazos de inscripciones o de solicitud de copias han bajado drásticamente; y, por último, las escrituras que emitan los notarios de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Santiago a contar del día 13 de septiembre próximo, deberán ser suscritas con firma electrónica avanzada lo que impedirá su falsificación y dará mayor seguridad al sistema. Esperamos que esta iniciativa de la Corte de Apelaciones de Santiago se haga extensiva a las demás cortes del país. Nadie puede negar los innegables avances que ha experimentado nuestro registro durante la última década.

La práctica ha demostrado que los conservadores pueden adecuarse a los nuevos requerimientos de los usuarios sin una nueva ley que lo regule. Solo será necesario, para ciertas materias, una instrucción general de la Corte Suprema que fije las pautas de actuar o establezca la obligatoriedad de ciertas actuaciones o adecuaciones. Entre otras, por ejemplo, para la obligatoriedad de emitirse las copias de las escrituras mediante firma electrónica avanzada; para la obligatoriedad de interconexión de todos los conservadores; para la obligatoriedad de asistencia a cursos de perfeccionamiento; para audiencias públicas para proveer las vacantes de los concursos para notarios y conservadores; entre otras.

En consecuencia, a mi juicio, no es realmente necesario una ley para reformar, mejorar y perfeccionar nuestro sistema registral. La experiencia de estos últimos años lo ha demostrado. Nuestra propia voluntad y gestión, y en algunos casos, las instrucciones de las respectivas Cortes de Apelaciones o de la Excelentísima Corte Suprema, parecen haber reemplazado eficazmente en muchas materias la labor legislativa. Evidentemente, para otras materias, como la creación del órgano superior a cargo de los fiscales judiciales, será necesario la dictación de una ley.

También requiere la atención de las autoridades del ejecutivo, ya que, tampoco puede ser resuelta por nosotros, el arancel que rige nuestra actividad. Como sabemos, han transcurrido casi 17 años desde la última actualización del mismo, no obstante los significativos aumentos de nuestras inversiones y gastos. Coincidimos con el Presidente de la Excelentísima Corte Suprema ministro don Sergio Muñoz, quien en el Congreso Mundial de Conservadores realizado en Santiago en octubre del año pasado, expresó la necesidad de actualizar nuestros aranceles. Hemos planteado en variadas oportunidades esta inquietud, en conjunto con la Asociación de Notarios, al saliente Ministro José Antonio Gómez. Haremos lo mismo con las nuevas autoridades.

Es muy importante, y quizá hoy más que nunca, la unidad y cohesión de nuestro gremio. Debemos mantenerla y fortalecerla, porque sin ella será imposible hacer sentir nuestra voz. Nuestra corporación debe ser un solo cuerpo, capaz de sostenerse firmemente en tiempo de cambios.

Agradezco a todos ustedes su asistencia y, en especial, a los ministros de la Excelentísima Corte Suprema, a los ministros anfitriones de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Valparaíso y a los representantes del Ministerio de Economía. Sabemos el esfuerzo que para cada uno de ustedes significa estar hoy aquí presentes.

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