Por: Xavier Gil Pecharromán
Diario: El Economista (España)
“Las reformas Big-Bang no existen en materias de Registros, salvo que se pretenda destruir el sistema. Las reformas son graduales, requieren tiempo y responder a las verdaderas exigencias delos ciudadanos”, ha afirmado Nicolás Nogueroles, Secretario General del Centro Internacional de Derecho Registral (IPRA-CINDER), en el transcurso de su intervención en la inauguración del Congreso Mundial de Derecho Registral, celebrado en Santiago de Chile.
Trascendencia jurídica
La adopción de nuevas tecnologías fue le tema que vertebró su reflexión sobre le futuro de los Registradores de la Propiedad, un asunto controvertido, por cuanto el empleo de bases de datos hacen que algunos Gobiernos se olviden de la trascendencia jurídica que tienen como garantes de la seguridad jurídica de los propietarios y, por ende, como impulsores de los mercados inmobiliarios y de la construcción.
Según Nogueroles, los países que han sido capaces de evolucionar hacia un Registro de derechos han necesitado muchos años, incluso siglos, y lo han hecho progresivamente (Australia, Escocia e Irlanda). “La simple introducción de nuevas tecnologías no supone necesariamente una mejora de la tecnología jurídica, antes al contrario, si no se mejora la tecnología jurídica puede perpetuar los vicios e inseguridades anteriores y aún potenciarlos”, ha afirmado.
Denunció también que las empresas informáticas, multinacionales en algunos casos, pretenden imponer productos sin tener en cuenta el sistema legal de cada país y desconociendo el capital humano, dicho en otros términos, en lugar de adaptar un sistema informático a un registro, es el registro el que se adapta al sistema informático que la empresa vende en todos los países. Y a este respecto añadió que “además de olvidarse de la tecnología jurídica, esto suele llevar a una dependencia de los sistemas registrales respecto a la compañía informática, creando un nuevo poder feudal al margen de las instituciones”.
Estimó que las tecnologías aplicadas al ámbito registral se desarrollan de forma muy satisfactoria en el envío y presentación de documentos, así como en la publicidad o información; pero resultan más problemáticas en los procesos de registro, puesto que tratan de simplificar asuntos que requieren un alto conocimiento jurídico.
Además, consideró que “confunden lo importante con lo irrelevante, lo principal con lo accesorio, el folio real con los efectos del sistema. Los ordenadores permiten agregar con celeridad datos de los asientos registrales con los nuevos datos registrales que se suministran, pero en interpretación productiva de las informaciones el hombre continuará siendo necesario”.
En definitiva, concluyó que “seguirá siendo imprescindible un elevado conocimiento jurídico, sobre todo en los sistemas más complejos y este conocimiento corresponde al responsable no solo de la clasificación, sino también de la custodia de los archivos y de la integridad del sistema: el registrador”.
José Antonio Gómez, Ministro de Justicia chileno afirmó que: “el sistema notarial y registral es fundamental para la seguridad jurídica”.
